lunes, 22 de octubre de 2012

Y el festival de Sitges acabo (III)

Con esto acabo mis descripciones de mis periplos por Sitges, que como no, podrian ser mayores pero como uno se hace viejo solo tiene trote hasta segun que limite.

Despues de la decepción de Cosmopolis, poco habia que hacer para poder levantar la moral. Y la verdad es que el dia siguiente no fue mucho mejor.

Rurouni Kenshin es la pelicula de imagen real basada en el manga/anime del mismo nombre. La verdad es que para ser japonesa me dió exactamente lo que esperaba. Un rato entretenido y un guión que olvidé nada mas salir de la sala. Sacad las conclusiones de si es algo bueno o malo.

Por la noche fui a ver Antiviral, la pelicula del hijo de Cronemberg (Brandon). Y la verdad es que... es una pelicula bastante cobarde, ya que ha tirado a lo que la gente podia esperar de el: Una copia descafeinada de las obras maestras de su padre. Fundamentalmente Antiviral es una pelicula donde un empleado de una clinica (Donde se cultivan enfermedades de personas "famosas" que la gente se inocula para sentirse mas unidos a sus idolos) saca enfermedades de tapadillo (¿Nadie les hace un analisis de sangre nunca? andabamos es que ni un simple frotis) y se infecta con algo que no debe. La verdad es que acabas la pelicula con una sensación de "Buen intento, pero no".

Mi ultima jornada en Sitges fue completita empezando con un plato fuerte (para mi) como fue Wolf Childen de Mamoru Hosoda. No me gusta hacer comparaciones pero para mi Hosoda ha ido ocupando en mi corazoncito de friki el lugar de Miyazaki (Y es que la magnifica "Summer Wars" se lo vale). Y en esta pelicula lo demuestra, una pelicula que cuenta la historia de una mujer que cria a dos "hombres lobo". Una pelicula sin confrontación y sin villanos que sin embargo fluye naturalmente y que se queda como una pelicula muy estimable.

Al contrario de A fantastic Fear of Everithing. Que la propuesta, por exagerada (Un escritor que desarrolla una serie de miedos irracionales) se acaba convirtiendo en una sucesión de gags de escasa gracia. Que consigue remontar (un poco) en su ultima media hora. Su formato recuerda quizas demasiado al teatro, ya que sus historias se dan en 3 lugares, en 3 actos asi que no me sorprenderia descubrir que ese fuera su origen.

Para acabar con Tai Chi 0 que resulto bastante menos desmadrada de lo que esperaba. Un chaval con un tumor en forma de cuerno debe aprender las artes marciales de un pueblo aislacionista para poder sobrevivir. Pero una amenaza venida de occidente amenaza con destruir el pueblo. La verdad es que no esta mal, pero el tono desenfadado y simplificado (A veces comedia a veces pelicula de aventuras bobalicona) la desvirtua y encima... no tiene final. Ya veremos que tal va con Tai Chi 1 o 2...

Y esto ha sido todo en Sitges este año. Me negue a ir a ver grandes estrenos españoles o de Hollywood (Cosmopolis aparte) ya que seguro que algunas las estareis ya viendo por otras paginas. Nos leemos el año que viene.


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